Recomendamos que la primera visita al odontopediatra se haga durante el primer año de edad de tu bebé.
Esto desempeña un papel fundamental en la prevención de futuros problemas dentales. Durante esta visita inicial, se proporcionarán consejos sobre cómo utilizar la pasta de dientes de manera adecuada, técnicas de cepillado eficaces, recomendaciones sobre el tipo de cepillos dentales a utilizar, así como información sobre enjuagues bucales y pautas de alimentación saludable.
Las prácticas de higiene oral deben comenzar tan pronto como aparezca el primer diente de su bebé. Esto asegura que la placa bacteriana sea eliminada de manera efectiva de las superficies de los dientes, lo que a su vez reduce significativamente el riesgo de desarrollar caries dental.
No hay reglas estrictas ya que el tratamiento varía según cada niño, pero los especialistas sugieren programar dos visitas al año. Estas visitas regulares pueden prevenir problemas dentales graves y mantener la salud bucal de tu hijo.
La dentición temporal generalmente comienza alrededor de los 6 meses, cuando aparecen los incisivos centrales inferiores. Hacia los 3 años, se desarrollarán los 20 dientes temporales.
Los síntomas comunes son un ligero malestar, llanto y aumento de la salivación. En algunas ocasiones, se ha relacionado la fiebre con la erupción dental, pero no se ha demostrado que sea su causa directa.
Recomendamos suspender el uso del biberón entre los 12 y 18 meses, ya que su uso prolongado puede llevar a deficiencias alimentarias y maloclusiones dentales
Aunque algunos profesionales recomiendan empezar cuando aparecen los primeros dientes temporales, es aconsejable limpiar suavemente las encías de su bebé incluso antes, utilizando una gasa o paño húmedos. A medida que crece la dentición, puede introducir cepillos y pasta dental bajo la supervisión de su odontopediatra.
Es importante evitar que los dientes temporales se pierdan antes de tiempo, ya que mantienen el espacio para los dientes permanentes que vendrán más tarde. Si se pierden, es recomendable colocar un mantenedor de espacio y hacer seguimiento en revisiones posteriores.
El sarro tiende a desarrollarse principalmente en áreas cercanas a las glándulas salivales y en aquellas zonas de difícil acceso, como la parte posterior de los dientes inferiores y el exterior de los molares superiores. Su presencia puede causar inflamación de las encías y, aunque es poco común en niños, en ocasiones puede acumularse debajo de ellas, en la mayoría de ocasiones a partir de los 6 años
La formación de sarro es más frecuente en niños que presentan las siguientes condiciones: